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Casa Solla

Casa Solla

La solidez alcanzada, en tan poco tiempo, por Pepe Solla en la cocina sólo es explicable por dos razones: porque lo lleva en la sangre, y porque, cada año menos junior, buscó el perfeccionismo en tiempos de madurez personal. Y porque resultó que además del interés por la progresión de la cocina gallega (heredada del tipismo de sus padres) el vástago que empezó como sumiller, tenía una mano (y una cabeza) para la comida bien combinada y bien hecha .., reservada únicamente para los escogidos. Como resulta que su compromiso con la causa está por encima de la codicia comprensible, ofrece al comensal acabados magistrales, pero, también, espacios generosos, tanto en el comedor minimalista y elegante, como en la sala de estar... confortablemente en el aperitivo o en la sobremesa. La madurez generosa.